lunes, 16 de julio de 2012

Glorias con final.

Se dice que hace miles de años se celebraban marchas triunfales en la antigua Roma, cuando salía victoriosa. En esas marchas, en el carro que llevaba al emperador, siempre iba acompañándolo un siervo. Este se encargaba de propagar toda noticia que vagaba a su alrededor, al victorioso, además de sujetar la corona de laurel encima de su cabeza. En uno de los momentos en los que al siervo le tocó susurrarle al emperador, soltó una frase: "Toda gloria es efímera". Al día siguiente el emperador mandó ejecutar al siervo por su atrevimiento, sin embargo, pasado un corto periodo de tiempo, Roma comenzó a perder todas las batallas y poco a poco su autoridad. Nunca más volvió a recuperarla.

Se más sabio y recuerda esa frase, siempre que tu felicidad te lo permita.

@nerea_rsweet
showthewindhowtofly@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario