domingo, 3 de junio de 2012

Esperanza.

Hace muchos años que tengo un mecanismo de defensa para enfrentar las distintas situaciones que vienen a mi vida: vivo esperando lo peor, pero en el fondo me guardo alguna esperanza; porque me convenzo de que, por ser yo, las cosas tienen que salir bien. Sí, es un argumento bastante idiota, dado que me funciona un 30% de las veces, aún así no me quejo. También digamos que no hago algo para que las cosas cambien, me siento a esperar, escribo, dibujo, canto (mal), vivo posponiendo el momento para hacerme cargo. 
El problema es que, en el momento en que la esperanza se fue, pensé que la situación ya no tenía retorno. Suponía que podía ser el karma, tantos años saliendo impune de todo, algo me tenía que tocar. Algo fuerte, que compensara todo lo pasado, pero se pasó de listo. ¿El mundo necesita que deje de creer en las cosas para poder funcionar?

@nerea_rsweet
showthewindhowtofly@hotmail.com

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